04 julio 2008

Gracias por...


Hace poco, una amiga me dejó un libro titulado Gratitud, de Louise L. Hay. En el libro hay colaboraciones de varios amigos de la autora y cada uno cuenta una pequeña historia relacionada con la gratitud. En lineas generales el libro me pareció demasiado yanki pero alguna de las colaboraciones sí me parecieron interesantes:

Margaret Olivia Wolfson. El día más extraordinario.
Lamentablemente, nuestra falta de gratitud se manifiesta de muchísimas maneras, algunas no siempre evidentes. Por ejemplo, demasiados de nosotros vivimos de un modo acelerado, sin hacer caso de los esplendores de la vida, obcecados por una alucinante lista de actividades. Pasamos por paisajes bullentes de colorido pero casi no los vemos. Nos zampamos la comida sin dar las gracias ni siquiera en silencio al ser vivo que dio su vida para nutrirnos. Otras personas hacen cosas amables y útiles por nosotros y restamos importancia a su trabajo o no valoramos debidamente los servicios prestados. Arrojamos hermosos libros al suelo, indiferentes a sus cremosas y crujientes páginas llenas de sabiduría. Inmersos en las exigencias de nuestra vida personal, con demasiada frecuencia no hacemos caso de los amigos, familiares y colegas que nos apoyan en nuestro viaje por la vida, o les hablamos con dureza. Al sol, la fuente de nuestra existencia, solemos saludarlo con una maldición, un gruñido y una queja, viéndolo como un exigente intruso que nos ordena sacudirnos de encima el sueño y comenzar las actividades de un día no deseado.

Frank Richelieu. La gratitud y sus propiedades curativas.
La gratitud es como un imán. Atrae hacia nosotros lo que es igual que ella. Si, por ejemplo, estás echado en la cama porque te encuentras mal, expresa gratitud con respecto a la salud. Agradece la salud que tienes. Concéntrate en la paz y el bienestar que sientes en otras zonas de tu cuerpo. Cuando sufrimos una enfermedad de cualquier tipo, es especialmente importante pensar en la salud con gratitud y aceptación de lo bueno. Date cuenta de que la mayor parte de tu cuerpo está haciendo lo que tú deseas que haga. Elógialo y bendícelo. Tu cuerpo es renovable y recargable. La gratitud es como el fertilizante del árbol de nuestra vida. Favorece la salud y el crecimiento.
Cuando nos sentimos agobiados por un trastorno o una situación caótica, es el momento de pensar en la paz que hay en el corazón de lo infinito. Es el momento de llenar de paz la mente y las emociones agradeciendo la Ley y el Orden Divinos que existen en todo el Universo, convirtiendo así esa Ley y ese Orden en una posibilidad para nosotros también. Cuando nos llenamos de gratitud por la salud y la paz, aparecen las soluciones y la curación. [...]

Louise L. Hay. Oración de agradecimiento.
En el fondo del centro de mi ser hay un pozo infinito de gratitud. Lleno mi corazón, mi cuerpo, mi mente, mi conciencia y todo mi ser con esta gratitud, que sale de mí en todas direcciones, llega a todo lo que hay en mi mundo y vuelve a mí en forma de más cosas por las que sentirme agradecida. Cuanta más gratitud siento, más consciente soy de que la provisión es infinita. Expresar gratitud me hace sentir bien, es como un agradable calorcillo en mi vida.
Estoy agradecida por mí y por mi cuerpo. Agradezco mi capacidad de ver y oír, de sentir, saborear y tocar. Agradezco mi casa y cuido amorosamente de ella. Doy gracias por mis familiares y amigos y disfruto de su compañía. Agradezco mi trabajo y en todo momento le doy lo mejor de mí. Agradezco mis talentos y capacidades y los expreso constantemente de maneras que me satisfacen. Doy gracias por mis ingresos y sé que prospero adondequiera que vaya. Agradezco mis experiencias pasadas porque sé que forman parte del crecimiento de mi alma. Agradezco la naturaleza entera y respeto a todos los seres vivos. Doy gracias por el día de hoy y por todos los mañanas que han de venir.
Siento gratitud por la Vida
Ahora y siempre.

Siempre he sido una persona agradecida.
Sentirte agradecido por las cosas te hace ver lo que tienes en vez de lo que te falta, te hace ver el vaso lleno, te convierte en una persona afortunada, generosa y en contacto con tus semejantes y el Universo.
Yo también digo gracias de corazón.
Gracias por mi cama que es cómoda y calentita en invierno.
Gracias por los pájaros y los árboles.
Gracias por los gatos y los perros.
Gracias por la tortilla de patatas.
Gracias por mi familia.
Gracias por los amigos y los enemigos.
Gracias por la luna, el agua, los libros, la salud…
Gracias por el blog que en este momento tan especial de mi vida me permite relacionarme y comunicarme.

¿Y tú? ¿Tienes algo que agradecer?

5 comentarios:

Anónimo dijo...

En primer lugar, gracias por la parte que me toca.

Hace tiempo un conocido me dijo:
"la diferencia entre tu y yo es que a ti la vida te sonrie y de mi se caga de risa"

Ya entonces pensaba que lo que realmente sucedía es que era yo quien sonreía a la vida y ella me correspondía.

El mundo que nos rodea es un espejo que devuelve lo que entregamos, sea amor, odio o agradecimiento.

Gracias mis padres (que siempre me sorprenden grátamente)
Gracias a mi compañera (que me ama y lo demuestra a diario)
Gracias triples a la peque (porque si)
Gracias por poder trabajar (en algo que me gusta)
Gracias a los que no me quereis (y que no dejais que se me olvide)
Gracias, incluso, a los que alguna vez me trataron mal (porque me enseñaron a ser fuerte y a construir mi vida tal como es hoy)

Y, sobre todo, muchas gracias por este post, Valentina, lo necesitaba para recordar una ley vital que comenzaba a olvidar:
"Valorar en vez de depreciar."

Un beso fuerte.

Homo Insanus dijo...

Yo agradezco seguir vivo.

Saludos.

Valentina. dijo...

Migala, desde luego eres un ser afortunado.
Gracias por tu comentario. Me alegro de que el post sirviera para algo.
Besos.

Pues sí homo insanus eso es importante. Muy importante.
Saludos.

Neurotransmisores, sentencioso ¿no?.
De momento bienvenido. Espero que vuelvas y podamos ir conociéndonos.
En cuanto pueda me doy una vuelta por tu blog.
Chau y gracias por tu comentario.

Anónimo dijo...

Dicen que es de bien nacidos ser agradecidos. También que manos que no dais qué esperáis. Y por supuesto nada sale más barato.

Valentina. dijo...

Hola Francisco. Bienvenido a Chocolate al loro.
Daniel Defoe dejó dicho: Todo nuestro descontento por aquello de lo que carecemos procede de nuestra falta de gratitud por lo que tenemos.
Me iré pasando por tu blog.
Gracias por venir y comentar.
Espero que vuelvas.