26 junio 2008

Salvación

Yo había saltado desde el borde del acantilado y justo cuando estaba a punto de dar contra el fondo, ocurrió un hecho extraordinario: me enteré de que había gente que me quería. Que le quieran a uno de ese modo lo cambia todo. No disminuye el terror de la caída, pero te da una nueva perspectiva de lo que significa ese terror. Yo había saltado desde el borde y entonces, en el último instante, algo me cogió en el aire. Ese algo es lo que defino como amor. Es la única cosa que puede detener la caída de un hombre, la única cosa lo bastante poderosa como para invalidar las leyes de la gravedad.

Paul Auster. El Palacio de la Luna.

3 comentarios:

Homo Insanus dijo...

Tengo dos novelas de Paul Auster, ésta que citas y Leviatán, que aún no he leído. El Palacio de la Luna me gustó, pero llegué a ese libro por la fama de Auster, ya que en todas partes había reseñas sobre él, que lo tildaban de genio para arriba, y no me causó esa sensación. Insistiré con él, me haré con más títulos algún día.

Sobre tu extracto pues sí, si el amor no puede salvarnos, no sé qué podría ser... ¿dinero? ¿muuuucho dinero? jajaja, es broma, :).

Valentina. dijo...

No he leído Leviatán. El Palacio de la Luna me gustó pero la que realmente me encantó de Paul Auster fue Brooklyn Follies. Si tienes ocasión léela. No te arrepentirás.

Y sí, el dinero podría salvarnos de la ruina, pero no de la miseria.
O... ¿sería al revés?

Ahora que lo pienso...quizás pudieran salvarnos las pelis con pipas. ¿no crees?

Homo insanus te saludo.

Homo Insanus dijo...

Las pelis, la música, los libros son tablas de salvación, verdaderos salvavidas, no me cabe duda.

¿Sabes lo que me fastidia? Que nunca seré asquerosamente rico para poder despreciar el poder del dinero, y comprobar eso de que no da la felicidad de primera mano.

En fin, divagaciones, XD. Anoto ese título de Auster.

Saludos.