
Desde hace un par de meses, a la que me descuido, me encuentro con él: a todo color en la página de alguna revista; en el comedor de la madre del asesino de “Las horas del día” ; presidiendo el salón de la casa del prota de “Soy leyenda”; enmarcado, con horrible gusto, en el escaparate de una tienda de decoración…
Si, a veces se dan esta serie de coincidencias…
Como lo que me ocurre últimamente que, por los cauces más variados, llegan hasta mí las ideas y conceptos que personajes más o menos conocidos, más o menos ilustres, han lanzado al viento y tienen sobre la felicidad:
La felicidad consiste en hacer lo que se debe hacer.
Don Francisco Ayala al cumplir 103 años.
Sólo un idiota puede ser totalmente feliz.
Mario Vargas Llosa.
La felicidad consiste en tener buena salud y mala memoria.
Cesare Beccaria.
Sólo hay una manera de ser feliz y es dejando de preocuparse por aquello que está fuera de nuestro control.
Epicteto de Frigia.
La felicidad consiste en poner de acuerdo tus pensamientos, tus palabras y tus hechos.
Mahatma Gandhi.
Sólo puede ser feliz siempre el que sepa ser feliz con todo.
Confucio.
La felicidad, la felicidad…
Alguien sabe dónde vive?