20 mayo 2009

Ojos

Cómo pasa el tiempo!!
Siete meses sin un Mandala en Chocolate al loro.
Hasta aquí hemos llegado.
Por favor, un momentito de tranquilidad.

Por favor... un Mandala.

"Ojos" El ser y su contrario. La fuerza de los opuestos. El equilibrio del complemento. Un lugar en el cosmos. Mente abierta irradiando luz a la cotidiana visión de nuestros ojos.

"Ojos" Autor desconocido.


Y tú, qué "ves" en "Ojos" ?

18 mayo 2009

In memoriam

DEFENSA DE LA ALEGRÍA

a Trini

Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas
defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias y los graves diagnósticos
defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias
defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres
defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y de la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa
defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar y también de la alegría.

Mario Benedetti.

Gracias Don Mario.
Qué suerte que los poemas puedan leerse una y otra vez.
Y otra, y otra...

13 mayo 2009

Viaje al sosiego

Ayer, mientras comía, me enteré de la muerte de Antonio Vega. Qué pena, pensé y dije.

Siento respeto por este hombre al que la vida le pesaba tanto. Sus hombros cargados, su cabeza gacha, su flequillo protector del mundo exterior. Una persona de sensibilidad extrema, de palabra difícil y música fácil. Huidizo, parco, atormentado, con una capacidad de sonreír que no iba más allá de la mueca.

Y siento gratitud por su música, por sus canciones que me han acompañado durante casi treinta años. Por su melancólica voz. Por la parte de él que nos regaló.

Ayer, en fin, me pasé todo el día cantando bajito “La chica de ayer” una y otra vez, casi sin darme cuenta.

Gracias Antonio por tu música.

Espero que hayas encontrado la paz.