21 noviembre 2008

Historias de una gacela

Hará unos diez años, una persona muy cercana, que me visita con frecuencia, me regaló una piel de gacela.

No me gustó. Aún siendo preciosa, no podía dejar de pensar en la dueña de aquel manto luminoso y suave, perdiendo la vida para que yo pudiera recibirlo, bien envuelto en papel de colores.
Lo primero que pensé fue tirarla. Pero no. Aquello había costado una vida.
Luego se me ocurrió meterla en una caja o regalarla.
Al final, siguiendo las máximas de “a caballo regalado no le mires el diente” “sé práctica” y “un regalo nunca se regala” la piel fue colocada en el salón. Cada vez que abría o cerraba una de las ventanas, mis pies pisaban el lomo brillante y tostado.

Unas vacaciones, cuando con paciencia jobiana, el tiempo y el hábito, habían comenzado a transformar aquella piel en una alfombra, vino a verme mi sobrina. Por aquel entonces tenía cuatro años. De pronto, con un gesto de pena dibujado en su linda cara, y un dedito señalando la maldita piel, me preguntó: está muerto tía? Sentí vergüenza delante de su inocencia herida, me cagué en todo lo cagable y me maldije por no haberla retirado de allí antes de su llegada. La alfombra, en un segundo, volvió a convertirse en una piel de gacela.

Era invierno. La tarde era fría y ya había oscurecido. Una amiga vino a verme con su perro. Mientras nos tomábamos un humeante té con bizcocho, olvidando por completo al resto del mundo, a su can y a la mía, el invitado dio cuenta de un buen trozo de piel de gacela, dejándonos bien claro que no necesitaba que nadie le hiciera los honores, que, como perro independiente que era, se bastaba y sobraba para servirse él mismo.

Cuando se marcharon observé el boquete con detenimiento. Era grande e irregular. De pronto una luz brilló en mi mente. Está rota, la tiro. Si, si, si, si. Pero… cuando decidida, fui al cajón de la cocina a por una bolsa para meterla en ella y echarla a la basura… otra vez, la gacela saltarina, volvió a aparecer ante mí dando brincos alegremente. Lo menos que podía hacer, era darle una utilidad y no tirarla como un trapo viejo. Aquello había costado una vida.

Recorté la piel con unas tijeras, quitándole toda la parte mordida que, no sé si decir por suerte, había quedado en un lateral. Ya no podía “lucir” en el salón y la coloqué bajo la mesa del ordenador, lugar en el que ha estado los últimos tres años. Mis pies están sobre ella en este momento, y los aísla del frío suelo, con eficacia y calidez.

Ahora sé, que no podré deshacerme de ella.

11 noviembre 2008

La fuerza de las mujeres





[…Entre los cinco elementos que constituyen la vida, yo me considero agua. Agua que refresca. Agua que cura. Agua que olvida. Agua que acepta. Agua que mana incesantemente. Agua que también destruye. Porque el poder de disolver y destruir es una parte del agua tan importante como su humedad.
En el mundo de la química, el agua es el disolvente universal. Se integra con el carácter de los elementos que se disuelven en ella. Pero el que sea familiar no significa que sea típica. Ese fue el error que cometió Ebe. Me consideraba alguien sin relevancia. Así que no me quedó mas remedio que demostrarle la naturaleza real del agua y cuán grandiosos son sus poderes. Que es el agua en sus diversas formas la que configura la tierra, la atmósfera, el cielo, las montañas, los dioses y los hombres, las bestias y los pájaros, la hierba y los árboles y los animales, incluidos los gusanos, las moscas y las hormigas. Que todo eso son formas distintas de agua. Que el agua hay que pesarla cuidadosamente o puede caer sobre ti. Ésa era la primera lección que tenía que enseñarle.
Durante años estuve congelada en estado sólido. En ese estado, mi habilidad para hacer que ocurrieran cosas se mantuvo muy baja. Me dejaba flotar en la superficie del tiempo, impasible y ajena a lo que se había hecho de mi vida.
En mi estado de congelación se me olvidó lo que era ser agua. Pero de repente algo se despertó dentro de mí. Algo pasó. Un cambio Químico.
Hay un nombre técnico para el agua en la que me convertí. Agua supercrítica. Capaz de disolver prácticamente cualquier cosa que, como simple agua, ni siquiera me habría atrevido a pensar. Arrastrada por una vehemencia que podría quemar y destruir venenos que, si se les permitía existir, matarían todo lo que es natural o bueno.

No le voy a decir que las mujeres son débiles. Las mujeres son fuertes. Las mujeres pueden hacer de todo tan bien como los hombres. Las mujeres pueden hacer mucho más. Pero la mujer tiene que encontrar ella misma esa veta de fuerza en su interior. No aflora por sí sola, espontáneamente…]

Texto: Anita Nair. El vagón de las mujeres.

Cuántas veces y en cuántos lugares la fuerza y valía de las mujeres son ignoradas, menospreciadas e incluso aniquiladas, antes incluso de brotar.

Gracias a mis amigas por estar ahí.
Gracias a algunas de ellas por ser mis hermanas.

05 noviembre 2008

Datos


Para salir de dudas lo mejor es la información.
La que viene a continuación está sacada de www.modusvivendis.com y espero que os resulte interesante, sobre todo a los que en la entrada anterior no veíais muy claro el asunto del reciclaje.

LAS RAZONES PARA RECICLAR EN ESPAÑA
• El costo de recogida y eliminación de una tonelada de basura es de entre: 30 y 36€ en España.
• En España se tiran al año más de 300.000 toneladas de metales. Esto es un despilfarro de material.
• Si se recicla el vidrio, se ahorra un 44% de energía y por cada tonelada reciclada se ahorran 1,2 toneladas de materias primas.
• Recuperar dos toneladas de plástico equivale a ahorrar una tonelada de petróleo.
• Por cada tonelada de aluminio tirada al vertedero hay que extraer 4 toneladas de bauxita (que es el mineral del que se obtiene). Durante la fabricación se producen dos toneladas de residuos muy contaminantes y difíciles de eliminar.
• Al reciclar una tonelada de papel se salvan 17 árboles.

LAS CIFRAS

EL RECICLAJE EN EL 2005 ESPAÑOL
Cada español recuperó casi 9 kilos en envases de plástico en 2005 y los introdujo en un contenedor amarillo, frente a los 5 kilos por persona recuperados en 1998.
En 2005 se recuperaron 1.245.188 toneladas, que representa el 63,8% de los envases que las 12.000 empresas adheridas al sistema pusieron en el mercado (1.950.778 toneladas) y se reciclaron 1.004.284 toneladas. Con un 51,5%, por primera vez más de la mitad de las que salieron al mercado fueron recicladas.
Por tipos de materiales, se reciclaron 578.043 toneladas de papel-cartón, 185.519 toneladas de plásticos y 221.071 toneladas de envases de metal.
Durante 2005 dos millones de ciudadanos más se incorporaron a la separación de residuos y recogida selectiva de papel-cartón y envases ligeros.
En conjunto, el 96% de los 1.164 municipios españoles con más de 5.000 habitantes cuenta con un sistema de recogida selectiva de papel-cartón y el 88% dispone de servicio de recogida de envases ligeros.
En 2005, además, se pusieron en marcha 7 nuevas plantas de selección de envases.

EL RECICLAJE ESPAÑOL EN 2006
En el 2006 se ha batido un nuevo récord de reciclaje de papel, cerrando el año con más de 4.500 millones de kilos reciclados.
En los meses navideños (diciembre-enero) el reciclaje de papel crece un 10% y el incremento se concentra en dos días punta festivos, Navidad y Reyes.Los Ayuntamientos duplican, e incluso triplican, los servicios de recogida en esta época navideña para ir dando salida a la concentración de papel recuperado que se produce en esos “días punta”.ASPAPEL “anima a los ciudadanos a seguir colaborando con el reciclaje de papel para seguir batiendo récords y ratifica el compromiso de la industria papelera de reciclar todo el papel que se recupere”.En el 2006 se ha batido un nuevo récord de reciclaje de papel, con más de 4.500 millones de kilos reciclados.Durante el 2005 se superó por primera vez en España la barrera de los 4.000 millones de kilos de papel reciclados y en el 2006, durante los nueve primeros meses del año, se reciclaron 3.500 millones de kilos de papel usado.El sector papelero no sólo recicla los envases y embalajes de papel y cartón, sino todo tipo de papel (diarios, revistas, papel de oficina…).

QUÉ PASA CON EL PAPEL QUE DEPOSITAN EN EL CONTENEDOR
La industria papelera española garantiza el reciclaje de todo el papel que se recupera en España, y anima a los ciudadanos a seguir colaborando con los ayuntamientos y con la industria, con un esfuerzo que da sus frutos: hace diez años se recuperaba y reciclaba el 40% del papel que se consumía y actualmente recuperamos ya el 60%.
El papel usado se recupera para su reciclaje a través de la recogida industrial, y la recogida municipal. La recogida industrial es la que se lleva a cabo en empresas, editoriales e imprentas y grandes superficies comerciales. La recogida municipal se realiza a través de los contenedores azules para el papel de los hogares, a través de la recogida “puerta a puerta” de los pequeños comercios, y a través de las recogidas en oficinas, en colegios, en edificios de organismos e instituciones públicas.
La complejidad del proceso por el que pasa el papel usado, desde que el recuperador lo recoge hasta su entrada en la planta papelera como materia prima, es poco conocido por la mayoría de los ciudadanos, que sin duda se sorprenderían al saber que ese papel usado se clasifica en más de 50 calidades diferentes, adecuadas para la fabricación de muy diferentes tipos de papeles nuevos.
La industria de la recuperación recoge el papel usado y lo acondiciona a través de procesos altamente mecanizados de limpieza, clasificación y empaquetado. Los recuperadores clasifican todo este material de tan diversa procedencia en más de cincuenta calidades, según las especificaciones de la lista europea de calidades normalizadas de papel y cartón recuperado (norma UNE-EN 643).
Y a continuación el papel usado vuelve a las fábricas papeleras para convertirse en papel nuevo, para reciclarse.

NUEVO RÉCORD ANUAL
Los datos enero-septiembre 2006, con un crecimiento del 9,1%, apuntan a un nuevo récord en el reciclaje de papel y cartón, que el pasado año había roto por vez primera la barrera de los 4.000 millones de kilos de papel.
En los nueve primeros meses del 2006 se recuperaron y reciclaron 3.500 millones de kilos de papel usado, por lo que no parece una meta inalcanzable el superar los 4.500 millones de kilos al finalizar este año, según datos de ASPAPEL (Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón).
La industria papelera española, que está desarrollando el ambicioso proyecto de promoción de la recogida de papel usado Tu papel es importante (www.tupapelesimportante.com), con el que ya colaboran más de 50 de Ayuntamientos de toda España, ratifica su compromiso de reciclar todo el papel usado que se recupere y anima a los ciudadanos a cerrar el año con un nuevo récord.
La recuperación de papel en los últimos diez años se ha más que duplicado, pasando de 2.100 millones de kilos en 1996 a los más de 4.500 millones de kilos del 2006.
En términos relativos el crecimiento ha sido también importante. Si en 1996 se recuperaba para su reciclaje el 41% del papel que se consumía, actualmente el porcentaje supera el 59%.
Estas cifras récord nos sitúan ya la media de la UE (60%) y acercándonos a los países en que la recuperación tiene más tradición como Alemania (74%) o Noruega (72%).
Para darnos cuenta de la magnitud de estas cifras, hay que tener en cuenta que se estima que un 19% del papel y cartón que utilizamos no puede recuperarse para el reciclaje porque lo guardamos, como ocurre con los libros, o porque, debido a su uso, se deteriora o se destruye, como el papel higiénico y sanitario.

EL MATERIAL QUE MÁS SE RECICLA
Según ASPAPEL, el papel es el material que más se recicla en España: ya reciclamos el 60% del papel que usamos. Y no sólo reciclamos los envases y embalajes de papel, sino todo tipo de papeles.
Cada español utiliza al año 168 kilos de papel en más de 300 usos relacionados con la educación, la cultura, el arte, la comunicación, el comercio, la higiene, la sanidad. Y de esos 168 kilos de papel que utilizamos anualmente por habitante, 99 kilos se recuperan a través de la recogida selectiva municipal (contenedor azul, puntos limpios y recogida puesta puerta en el pequeño comercio y oficinas) y de la recogida industrial (grandes superficies de distribución, imprentas, empresas…) y se envían a las fábricas papeleras donde se reciclan.
La colaboración ciudadana en la recuperación y el reciclaje es fundamental. Separar el papel usado y depositarlo en los contenedores azules es la mayor contribución al consumo responsable de papel que puede hacer el ciudadano.
Desde ASPAPEL afirman que “con sencillo y cotidiano gesto de separar el papel y cartón usado y depositarlo en el contenedor azul para reciclarlo, contribuimos a reducir el volumen de los vertederos y las emisiones de gases de efecto invernadero que producen”.
Los 4.500 millones de kilos de papel usado que recuperan y reciclan anualmente en España suponen un ahorro de espacio en vertedero equivalente a 45 grandes estadios de fútbol como el Bernabéu o el Nou Camp, llenos hasta arriba.

DATOS POR COMUNIDADES AUTÓNOMAS
El papel usado se recoge para su reciclaje a través de la recogida selectiva municipal (contenedor azul, puntos limpios y recogida puesta puerta en el pequeño comercio y oficinas) y de la recogida industrial (grandes superficies de distribución, imprentas, empresas…). Los datos que se ofrecen a continuación desglosados por Comunidades Autónomas corresponden únicamente a la recogida selectiva municipal para el periodo 2001-2005.
El récord de recogida selectiva municipal de papel para su reciclaje (a través del contenedor azul, puerta a puerta en pequeño comercio y puntos limpios, sin incluir la recogida industrial) lo ostentan Navarra y Baleares con 40 kilos por habitante. Les sigue País Vasco (34,8), Cataluña (27,7), Asturias (23,6), La Rioja (23,1) y Madrid (22,8).
(fuente: ACN Press/ agencias)